viernes, 26 de febrero de 2010

(Des) Clasificados

Buscando en el periódico una opción de vivienda, llegué a la conclusión que entre los clasificados no estaba mi objetivo. Luego de varias horas de no leer y más bien reflexionar en como es la vida aquí, llegué a la conclusión de que debo buscar en los desclasificados.

Para esto y con la esperanza de que los verdaderos "Clasificados" me revelen la luz que busco, inferí que una opción es solicitar una orden judicial a un Juez de manera que pueda acceder a los verdaderos "Clasificados" y no los clasificados que ya había leído en un medio de comunicación.

Los activistas y familiares de personas desaparecidas en periodos dictatoriales denuncian que solo leerán los clasificados, cuando su solicitud buscaba ver los verdaderos "Clasificados". Luego de más de dos décadas, dolor y peripecias judiciales, por fin recibieron un cajón de tamaño regular en el que supuestamente están las repuestas a sus preguntas y, fundamentalmente, las pautas para encontrar a sus desaparecidos.

Veamos que contiene esta información...es cuestión de tiempo.

jueves, 18 de febrero de 2010

Intromisión o necesidad?

Hasta ahora, aceptabamos la independencia del Poder Judicial. Ahora ya no es más Poder, porque, claro está, el poder (público) es solamente uno. El Órgano Judicial destaca en el escenario coyuntural por la crítica situación en la que se encuentra, luego de la sistemática renuncia y conclusión de funciones de los integrantes de la Corte Suprema de Justicia, Tribunal Constitucional y Consejo de la Judicatura.

La debacle de la institucionalidad judicial es consecuenica del devenir del destino y la inactividad de otros, provocando esta crisis. A esto, debemos sumar la falta de precisión de la Constitución para regular milimétricamente la transición de un régimen constitucional al actual. Así, la necesidad de decisiones políticas emerge y hegemoniza el escenario, precisamente la Asamblea Legislativa Plurinacional estuvo encargada del trabajo de redacción de una curiosa "Ley Corta". Creo que resabios del sistema legislativo anterior sugirieron dicha denominación, esto por la teminología, que dice mucho y no dice nada.

La historia se encargará de juzgar las designación de hoy, sin embargo, es casi previsible que el hecho quede como una decisión necesaria ante el silencio constitucional, que pudo tener otro contenido pero que al final quedó como está.