lunes, 31 de mayo de 2010

Escaños y escarnios

Asignados los escaños, como están, resta al destino deparar mejor tiempos. En esto, los actores principales de la nueva Bolivia autonómica, más allá de sus competencia, deben velar por el mejor servicio a la ciudadanía.
Con seguridad la temporada de abrazos ya pasará, pues aún no pasó más por la icónica designación en Sucre.
En todo esto, no hay que perder de vista que aunque está constituida la autonomía, el período próximo no deja de ser uno de transición, cuyas reglas estarán siempre en la mira de quienes ven acusiosamente el proceso y, más aún, de quienes lo critican.
La ley de transicion, que no es una ley transitoria, es y será observada por su precisiones, contenido y mensajes. Reconocerlos es pertinente, sobre todo para quienes que los libros no tienen espíritu y mensajes subliminales.
De cualquier forma, la Bolivia autonómica sigue siendo una promesa inconclusa, como todo en la vida, perfectible y por lo tanto, contradictoria.
La ciudadanía, que en esto solamente vota u ocupa un cargo en la administración estatal, verá como sus representantes populares demuestran talento y compromiso para afinar una regulación legal imperfecta, como todo en la vida. Es ahora, cuando debe iniciar un nuevo nivel de compromiso con las y los votantes, de respeto a la voluntad popular y el deber ser universal.
Larga vida a la autonomía, cuyo alumbramiento tiene sospechas y prejuicios.