jueves, 17 de abril de 2008

Símbolos patrios

La bandera, el escudo, la escarapela, los himnos y la olvidada kantuta, identifican Bolivia. Así fue durante todo el siglo pasado y más, determinando la reverencia de propios y extraños.

Con el tiempo, tan solo quedaron la bandera, el himno y el escudo como elementos recurrentes. Dudo que haya sido olvido y pienso que fue practicidad, propia de la dinámica de los tiempos actuales. Estos tiempos que no solo relegaron algunos símbolos sino, más bien, trajeron otros.
El Art. 17º de la Ley de Partidos Políticos (Ley Nº 1983 de 25 de junio de 1999) reconoce que no pueden ser utilizados como emblemas y símbolso de dichas organizaciones políticas: el Escudo de Armas de la República, el Himno y la Bandera Nacionales, y los escudos y banderas de los Departamentos. Seguramente, por la fecha de su promulgación y la coyuntura, reflejaba perfectamente el sentimiento nacional.
El devenir de los sucesos nacionales, ha reinvidicado la presencia de amplios sectores de la sociedad, ubicándolos en escenario nacional como nación, como grupo ancestral o, finalmente, como movimiento identificado con una denominada revolución en curso. Ciertamente, han logrado destacar su presencia, motivando aclaraciones legislativas sobre su condición y el respeto de sus emblemas y distintivos.
En este ámbito, el Art. 17º de la Ley de Agrupaciones Ciudadanas y Pueblos Indígenas (Ley Nº 2771 de 7 de julio de 2004), reconoce al imposibilidad de tener como emblemas y símbolos de las agrupaciones ciudadanas: el Escudo de Armas de la República, el Himno y la Bandera Nacional, la Wiphala y los escudos, banderas e himnos de los departamentos, quedando claramente establecido que la Wiphala, a partir de ese momento ascendía a rango de emblema y símbolo patrio.
Y es que luego de los sucesos de 2003, fue imprescindible acomodar el discurso y la postura frente a los nuevos tiempos. En definitiva, este es un proceso dinámico, como todo, que inevitablemente ampliará el espectro de emblemas y símbolos patrios, como el patujú aún carente de ese reconocimiento nacional.

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